Si el tiempo existe desde que el ser humano
lo subdividió por qué temerle tanto a un programa que el mismo
dio a luz un segundero de mesías no propone adorar
a su dios de crear un programa cargando una cruz.
si lo que permanece siempre igual es el cambio ¿no ves?
no hay nada más moderno que lo clásico,
dijo después. y esa contradicción saco a bailar a
Einstein y a María Elena Walsh en mi mundo al revés.